Hace 12 años | Por jairencilla a elpais.com
Publicado hace 12 años por jairencilla a elpais.com

Cada nuevo paso que da la crisis, cada elemento que se añade en la tormenta y cada vez que otro país acaba amenazado por los mercados, Europa mira hacia Alemania. Y Alemania, a su vez, se dirige a la periferia para ponerle deberes y exigirle mayores dosis de austeridad. Dos años después del estallido de la crisis griega, esta dinámica se ha vuelto tan común que los países de la periferia han desarrollado el síndrome de Berlín.