¿Susto o muerte? ¿Novísimo Laborismo o Cameron? Puede ser peor aún: ¿Berlusconi o Fini? ¿Condoleeza Rice o Sarah Palin? O tal vez mejor: ¿”Agenda abierta” de Zapatero, Salgado, Valeriano Gómez y Rubalcaba o “agenda oculta” de Rajoy, Aguirre, Rato y Gallardón? En todo caso: un viejo problema de las épocas históricas regresivas sobre el que Gramsci reflexionó tan lacónica como lúcidamente desde una prisión musoliniana hace más de 70 años.
El problema no es que siempre haya un mal mayor, ya que eso es falso. Por tanto si cada vez fuesemos ecogiendo males menores, la cosa mejoraría.
El problema viene de que el "mal menor" termina corrompiéndose y convirtiéndose en un mal mayor. Este es el caso de Zapatero, de quien muy pocos esperarían el cambio que fue labrádose, respecto a la buena imagen que daba en la oposición.
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El problema no es que siempre haya un mal mayor, ya que eso es falso. Por tanto si cada vez fuesemos ecogiendo males menores, la cosa mejoraría.
El problema viene de que el "mal menor" termina corrompiéndose y convirtiéndose en un mal mayor. Este es el caso de Zapatero, de quien muy pocos esperarían el cambio que fue labrádose, respecto a la buena imagen que daba en la oposición.