Hace 13 años | Por --136875-- a diariovasco.com
Publicado hace 13 años por --136875-- a diariovasco.com

Era una niña esmirriada, con ojos de búho y una boca interminable. Se llamaba Sophia Scicolone y comía huesos de albaricoque. El hambre no perdona, sobre todo cuando tienes una madre soltera y vives la posguerra en los extrarradios de Nápoles, donde ratas y murciélagos se empeñan en mordisquear las orejas de los bebés en los refugios antiaéreos. La aviación aliada no daba tregua. Es decir, un día sí y otro también. Desde entonces, Sofía Loren no puede dormir con la luz apagada. Lo suyo es brillar a la vista de todo el mundo. Con 76 años...

Comentarios

D

Una gran actriz. Lo bordó en Los girasoles, en Matrimonio a la italiana, en Dos mujeres (con su puntitito autobiográfico) o en Una jornada particular.