Los científicos explotan la posibilidad de convertir datos en secuencias de ADN y utilizar las bacterias como discos duros. Puede que el biólogo y magnate de la genética J. Craig Venter haya conseguido emular a Dios o hackear la naturaleza, como tantas veces se ha cacareado desde que el estadounidense lograra, hace casi un año, reiniciar una célula vacía con un genoma sintético.