La aerolínea Spanair, propiedad de un grupo de empresarios catalanes y participada por la Generalitat, está muy pendiente de los movimientos estratégicos de Lufthansa, líder de Star Alliance y que contempla la compra de aerolíneas para convertirse en la principal compañía europea. Tras la adquisición de Swiss, Austrian Airlines, British Midland y Brussels Airlines en un periodo de tres años previa a la crisis del sector, el gigante alemán mantiene a la nórdica SAS en su punto de mira de próximas adquisiciones.