Hace 15 años | Por hiroko a sweden.se
Publicado hace 15 años por hiroko a sweden.se

Albergar delincuentes juveniles y adictos a drogas en una misma casa, parecería una forma de provocar el desastre. Pero si además hay adultos que prestan asistencia, una estructura definida, aire fresco y acceso a la naturaleza, se puede lograr un buen resultado. En otro lugar, los “estudiantes” del Colectivo Hassela serían calificados de “internos” o de “pacientes”. Pero en el Colectivo la meta que se persigue es que aprendan, en primer lugar acerca de sí mismos.