Hace 15 años | Por --50619-- a thales.cica.es
Publicado hace 15 años por --50619-- a thales.cica.es

En 1702, Georg Ernest Stahl (1660-1734), desarrolló la teoría del flogisto para poder explicar la combustión. El flogisto o principio inflamable, descendiente directo del "azufre" de los alquimistas y más remoto del antiguo elemento "fuego" era una sustancia imponderable, misteriosa, que formaba parte de los cuerpos combustibles. Cuanto más flogisto tuviese un cuerpo, mejor combustible era. Los procesos de combustión suponían la pérdida del mismo en el aire. Lo que quedaba tras la combustión no tenía flogisto y no podía seguir ardiendo.

Comentarios

centauro94

Al parecer actualmente se le llama oxigeno. Por cierto que Da Vinci hablaba de comunicar "el espíritu del pajaro" a objetos más pesados que el aire: ahora le llamamos aerodinánica...

kickback

#1 No, no es lo que ahora llamamos oxígeno. El flogisto no era un elemento químico al modo contemporáneo, ni sus propiedades se corresponden exactamente con las del oxígeno (por ejemplo, no se le consideraba agente de los procesos que denominamos de oxidación)
El flogisto es la entidad que "alimenta" la combustión y, por tanto, lo esperado es que, tras producirse, ese flogisto se haya "consumido" y, en esta medida, que la masa del material resultante sea menor. Cuando se descubrió que la "cal" de los metales (como se llamaba en la época al resultado de una combustión) era más pesada que el metal antes de sufrir dicho proceso, se encontraron con una dificultad, que intentaron solucionar con una hipótesis ad hoc (no fue un experimento crucial, como parece desprenderse del artículo): postularon que el flogisto tenía una masa negativa.