Ángel de Cabo, el testaferro utilizado por el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán para fingir la venta de su imperio y no pagar las millonarias deudas que mantenía con sus más de 3.000 acreedores, ha admitido ante el juez que son suyas las sociedades a las que fueron a parar los 34 millones de euros devueltos por la compañía Airbus tras cancelar esta la compra por parte de Ferrán de varios aviones gigantes.
Comentarios
No hay tantos aviones...