Hace 15 años | Por thombjork a milenio.com
Publicado hace 15 años por thombjork a milenio.com

[c&p] La historia es la del médico personal de Hitler, Theodor Morell, que inyectó estimulantes y dispensó raciones de opio a su führer hasta volverlo adicto. A cambio de sus alivios y su cercanía, Morell obtuvo de Hitler distinciones académicas, la insignia de oro del partido nazi, la cruz de caballero del Tercer Reich y una fortuna. Médico venéreo de un barrio elegante de Berlín, Morell era el charlatán inventor de una sustancia de legendarios poderes vigorizantes: poco más que un compuesto de cafeína.