Las tortugas marinas jóvenes se orientan ya desde su primer gran viaje oceánico sin contar con mapas ni guías. ¿Cómo lo hacen? Cuentan con la ayuda del campo magnético terrestre para mantener el rumbo deseado, según descubrieron investigadores estadounidenses. Las llamadas tortugas bobas (que de bobas no tienen nada) nadan grandes distancias en sus migraciones entre el norte del Océano Atlántico y las costas del Caribe. Son miles de kilómetros, y nunca se pierden. Gracias al campo magnético de nuestro planeta saben perfectamente dónde está...
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Pues deberían pagarnos algo ¿no?