Publicado hace 11 años por landaburu a internacional.elpais.com

Del miedo se pasó pronto al odio. Aliou Touré encarnaba todo lo que los habitantes detestaban de los barbudos, pero además era uno de los suyos, uno de Gao, el cómplice necesario. En agosto de 2012 fue él quien ordenó una paliza casi mortal al periodista Maïga por criticar en la radio la sharía, la ley islámica. Y quien después arrebató la mujer a un campesino para darla en matrimonio a uno de sus nuevos amigos yihadistas. Cayó en desgracia. Muchos jóvenes que le veían pasearse altivo por Gao mascaban su odio en secreto, esperando algún día...