Tras la muerte del ex dictador Augusto Pinochet, los represores de su gobierno, que duró 17 años (1973-1990), comenzaron a aportar nueva y desconocida información a los tribunales chilenos que hasta el momento ha permitido detener a torturadores, identificar lugares de exterminio y conocer sus métodos de "trabajo".
Comentarios
Es mejor tarde que nunca pero lamentablemente bastantes asesinos ya se fueron a la tumba sin pagar sus deudas.