Hace 11 años | Por equisdx a historiadeiberiavieja.com
Publicado hace 11 años por equisdx a historiadeiberiavieja.com

Durante siglos, el cáliz de la Última Cena, la reliquia más preciada de toda la cristiandad, fue codiciada y adorada por reyes, religiosos y caballeros. Para muchos se trata simplemente de un símbolo, una hermosa metáfora de la búsqueda espiritual que adquirió su forma más elevada con los romances de las sagas artúricas. Otros, por el contrario, creen que se trata de un objeto bien físico y real, venerado hoy en una capilla de la catedral de Valencia.

Comentarios

Esteban_Rosador

Tras los pasos de lo inexistente.