Las deficientes horas de sueño de los adolescentes es un tema que trae de cabeza desde hace años a padres, profesores y especialistas. Pero tratar de solucionar este problema es, al parecer, más sencillo de lo que hasta ahora se había pensado.Al menos eso es lo que se desprende de un nuevo estudio publicado en la revista 'Neuroendocrinology Letters'. En él y, por primera vez, se desvelan uno de los motivos por el que los jóvenes 'mantienen los ojos como platos' hasta bien entrada la noche: no les dé la luz del día lo suficiente.
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Ni generación "ni ni", ni tonterías. Que se instaure la siesta y las clases al aire libre en los institutos. ¿Quién dijo que ser adolescente fuera fácil?