Publicado hace 11 años por kikuyo a vicente1064.blogspot.com.es

En estos tiempos cibernéticos esperamos que sean más las escuelas/universidades que permitan a los estudiantes estudiar en línea o por lo menos complementar sus cursos presenciales con materiales de consulta en Internet. Sin embargo, antes de poner un curso en línea se deben de considerar algunos aspectos negativos del uso desmedido de la educación virtual.

Comentarios

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He colgado el siguiente comentario en la blog del link. No sé si es accesible a todos por eso lo repito aquí.
En su artículo usted sugiere que las MOOCs no se adaptan a todos los estudiantes, por lo que el trasfondo del artículo es que en su opinión las MOOCs no pueden sustituir de forma definitiva la educación presencial tradicional, pero no a cualquiera, sino concretamente a la educación no superior. Esto es claro puesto que el nivel de interacción que comenta que estos estudiantes necesitan no ocurre en la educación superior. Siendo así, estoy completamente de acuerdo. Este tipo de educación ha de estar enfocada a los ciclos de educación superior y en este sentido me gustaría que diéramos un paso atrás, justo al mes de septiembre del 2011, un mes antes de que Sebastian Thrum y Peter Norvic comenzaran con su curso Introduction to Artificial Intelligence. En ese momento, cualquiera que hubiese querido acceder a los conocimientos que se impartieron en ese curso hubiese tenido que inscribirse en un curso similar en cualquier universidad que lo impartiese (no todas lo hacen), y que en general se encuentra a partir del segundo o tercer año de la licenciatura o grado, por lo que suelen exigir haber cursado asignaturas previas dentro del grado de informática. La otra opción es a través del estudio de libros sobre en relación a la inteligencia artificial. Estas dos opciones tienen en el problema añadido de que el nivel requerido de conocimientos previos para llegar a entender los materiales que se desarrollan tanto en esas clases o en lo libros no están al alcance de alumnos sin un contacto previo con las materias de matemáticas, estadística, probabilidad y programación. Lo que consiguieron un mes después fue que alumnos sin conocimiento previos en esas áreas pudiesen aprender, comprender, reflexionar e imaginar no sólo qué es la inteligencia artificial, sino que abrió a muchos de esos alumnos un campo completamente nuevo que la barrera de las matemáticas, la estadística, la probabilidad y la programación les impedía conocer. Es decir, esta iniciativa supuso un puente entre los alumnos y materias de gran complejidad, en este caso el estudio de la inteligencia artificial.
Los problemas que plantea se centran en la necesidad del cara a cara en la enseñanza, pero ese nivel de cara a cara, como le comentaba anteriormente, no existen en la educación superior. Ningún profesor de la universidad da una palmada en la espalda para animar al alumno a resolver un problema de matemáticas, eso es más de la ESO o el Bachillerato. Por otro lado es cierto que los foros online no son la panacea, pero también es verdad en la enseñanza tradicional hay profesores que se implican más y otros que nunca los encuentras en su despacho en las horas de tutorías o que simplemente no permiten preguntas y ningún profesor que se implica en un curso MOOCs lo hace sin motivación para ello, como comenta. Después de participar como alumna en cursos impartidos en Coursera, Edx y Udacity, nunca me he encontrado con ese problema, cuando he tenido alguna duda era resuelta por algún compañero con mayores conocimientos, por el profesor o por el personal de apoyo. Además he visto como todos ellos fueron mejorando en las siguientes convocatorias, es decir, el nivel de adaptabilidad de los conocimientos impartidos no es el óptimo en comparación a una enseñanza tradicional, pero supone un avance si lo comparamos con formatos más cerrados como un libro especializado. Por esto no entiendo porqué habla de “la mala interacción de los cursos online”.
Otro problema que nombra es la gestión del tiempo. En esto debo decir que el formato de MOOCs es perfecto para aquellos que no disponen de 1 ó 5 horas diarias para acudir a un aula, pero que disponen de tiempo en sus fines de semana o una vez que acaba el día. Además, el hecho de que se cada semana se exija la entrega de una tarea con una fecha límite obliga al alumno a organizarse.
Obviamente los MOOCs no pueden sustituir la interacción física con equipos típicos de laboratorio, en eso estoy de acuerdo.
Siento su mala experiencia con el curso “Fundamentals of Online Education: Planning and Application”, en los ocho cursos que he participado no me ha ocurrido nada parecido, pero tampoco creo que a partir de un sólo curso que se cancelara la misma semana se puede valorar esta nueva propuesta. En cualquier caso, y como comenta en su último párrafo, un curso mal diseñado puede ser perjudicial para los estudiantes, online o presencial, con la diferencia que en este caso los MOOCs son voluntarios, y muchos de ellos están por duplicado, por lo que si no te gusta un profesor o un formato, puedes probar con otro. Esto no ocurre en los cursos presenciales.
En mi caso, el haber participado en Introduction to Artificial Intelligence ha supuesto un cambio en mi carrera profesional desde la biología molecular a la biología de sistemas y la bioinformática, además he conocido dos de los mejores profesores que he tenido nunca, Sebastian Thrum y Andrew Ng con su curso Machine learning y aunque actualmente sus títulos no son reconocidos a nivel intitucional, si que me han permitido acceder a un mejor puesto de trabajo. Ni que decir tiene que esto no hubiese sido posible sin esta iniciativa.

vicente.torres.161

maxella, gracias por tu comentario. Yo mismo lo he puesto en mi blog, pues no fue enviado, pero esta bien.

He preferido poner respuesta a algunas de sus observaciones en mi blog; por si le interesa. Gracias