El chiste de Berlusconi ya no hace gracia a nadie. Lo que el primer ministro italiano describió como "un fin de semana en un camping" se ha convertido en un exilio campestre de tres semanas. Y lo que queda. Las más de 65.000 personas que se han quedado sin casa a causa del terremoto que hace tres semanas sacudió el centro de Italia siguen pasando sus días en campamentos provisionales y hoteles, a la espera de que las autoridades determinen el grado de habitabilidad en que han quedado los edificios de la zona.
Comentarios
¿Alguien duda que esa gente se va a pasar una larguísima temporada viviendo en tiendas mientras la mafia se reparte las ayudas que vayan llegando? Ya pasó en anteriores ocasiones y esta vez se volverá a repetir.
Imagino que hasta se repartirán el capital que aportemos para reconstruir el fuerte español la Rocca