Esta película fue mi elección en el pasado Festival de Cinema de Sitges 2011, y no pude acabar más satisfecha. Película dibujada a mano, que tardó 7 años en hacerse y que cuando ocurrieron las catástrofes en marzo 2011 en Japón estaba en fase de finalización. Estos 7 años de esfuerzo han valido la pena, porque nos encontramos con una película muy mona, humana y graciosa que nos robará más de una sonrisa y carcajada. Increíble que sea dibujada a mano, pues es espectacular.