La vida de Babul Miah es digna del celuloide: como en la película de Berlanga, este bangladesí se convirtió, sin quererlo, en el verdugo más famoso de su país.La historia comenzó hace más de 22 años, cuando fue encarcelado de por vida por asesinato. Pero el destino le reservaba un cambio de planes: Miah fue puesto en libertad antes de tiempo por colgar a 17 personas mientras estaba en la cárcel, y también por buena conducta.
Su mujer declaró que inicialmente tenía miedo de convivir con alguien que había colgado a tanta gente. "Me sentí triste cuando escuché sobre su pasado y sobre toda la gente a la que había ejecutado en prisión. Al principio tuve miedo, pero después me di cuenta de que era inocente y que simplemente hacía su trabajo".
Ese es el problema, esa mentalidad que lleva a aceptar la barbarie: "sólo" hacen su trabajo. Y es algo extrapolable a otras "profesiones".
Comentarios
Matas a una persona -> a la cárcel con cadena perpetua.
Matas a 17 más -> puesto en libertad.
Incoherencias de la pena de muerte.
Su mujer declaró que inicialmente tenía miedo de convivir con alguien que había colgado a tanta gente. "Me sentí triste cuando escuché sobre su pasado y sobre toda la gente a la que había ejecutado en prisión. Al principio tuve miedo, pero después me di cuenta de que era inocente y que simplemente hacía su trabajo".
Ese es el problema, esa mentalidad que lleva a aceptar la barbarie: "sólo" hacen su trabajo. Y es algo extrapolable a otras "profesiones".