Estamos hablando de la cara más angustiosa y cruel del terrorismo de cualquier signo: Poner fecha de caducidad a la vida de una persona haciéndolo depender del pago de un rescate. En este caso un grupo terrorista afiliado a Estado Islámico exige 90 millones de euros al gobierno canadiense por la liberación de sus dos conciudadanos y los otros dos rehenes.
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El titular está redactado de puta madre.
Descansen en paz.