«Es como vivir en el Tercer Mundo». A Nuria le llegaron facturas por la calefacción de 200 euros, en un piso de 35 metros cuadrados, pero a otros el pago superó los 700 euros. Han pasado de alabar las bondades de Tomás Gómez –«gracias a él tuve mi primera casa»– a colgar pancartas contra el candidato del PSM. Ésta es la historia de los vecinos de la calle Fuenlabrada que resultaron beneficiarios del Plan Municipal de 2005 de Gómez, pero –dicen– «nos dio un piso tercermundista y se desentendió de todos los problemas que nos ha causado».
Comentarios
No es algo exclusivo de estas viviendas, la construccion durante la burbuja inmobiliaria ha sido en precario con materiales de nula calidad e ineficientes energéticamente. Así han ganado por partida doble, los constructores en ahorro de costes y las empresas energéticas por consumo en calefaccion/refrigeracion y por ende, el estado.
por hacer tratos con el diablo... luego pasa lo q pasa, que te la juega...