Un joven camina por las calles de Oviedo engañando a chicas para robarles un beso sin su consentimiento. El procedimiento es sencillo: las hace creer que van a participar en un truco de magia que va a ser grabado y, a continuación, pega sus labios a los de las jóvenes. Un plan perfecto para subir sus visitas en su canal de Youtube y para el que se asegura de que las 'protagonistas' no sean menores de edad preguntándoles antes.
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Autodescarto por AEDE, perdón.