Hace 15 años | Por malama a joaquincampos.blogia.com
Publicado hace 15 años por malama a joaquincampos.blogia.com

A Hofmann hay que agradecerle el invento del tripi, un ácido lisérgico que chupado y tragado te hace sentir, ver y pensar cosas únicas, indescriptibles, alucinantes. Desconozco si allá por los años setenta cayó en manos de algún leones esta maravillosa sustancia y la empezó a repartir entre amigos cercanos. La policía, ofuscada por aquellos años en repartir hostias sin ton ni son, probablemente pasaría por alto las incautaciones de algo que por esos tiempos era absolutamente desconocido.