En cierto modo la prostitución es un engaño, un timo. Cuando una mujer da sexo a un hombre, si ese sexo ha de ser sincero, lo más importante de ese sexo para el hombre no es el placer físico por sí solo, es la exclusividad, es decir, que esa mujer dé ese sexo a ese hombre porque no se lo daría a otros, porque ella considera a ese hombre mejor que los demás hombres. Es decir, el sexo es como una forma que una mujer tiene de decir a un hombre que le considera mejor que los demás hombres. Por eso le premia con el placer sexual.
Obviamente, una puta, por mucho dinero que se le pague, no puede ofrecer esa exclusividad, si se está acostando con cualquiera que le pague. Si pagas a una puta para que ella te diga o te sugiera que eres el mejor tío que ella conoce, y que por eso ella está teniendo sexo contigo y no lo tendría con ninguno más, obviamente ella te está engañando, te está estafando.
Ahora bien, si hay tíos que valen tan poco, que su única forma de conseguir un contacto carnal es pagando dinero, y están dispuestos a dejarse estafar ese dinero a cambio de que una puta les diga o les insinúe que ellos son los mejores, eso es un asunto personal entre esos tíos y la puta a la que contratan, y nadie más debería meterse.
La verdad es que veo algo de inhumano en que a las putas no se les permita una oportunidad de ganarse la vida de una manera digna, es decir, distinta de la prostitución, y cuando por ello se ven obligadas a recurrir a la prostitución, encima se las critique y se las denigre por ganarse la vida de una manera indigna. ¿Entonces dónde queremos que se metan? ¿que se suiciden? Como si no fuera suficiente castigo negarles una vida digna, encima cuando ellas aceptan ganarse la vida de una forma indigna, se las critica y se las denigra.