#10 Bueno, no defenderé a #4 pero si no te sabes imponer o dominar a una clase al cabo de un tiempo, tal vez sí sería un motivo para cambiar de trabajo.
Llegar a soportar bulling de los alumnos y que te condicione hasta en la forma de vestir, ya me contarás de que le sirve...
Y ojo, yo era un alumno que buscaba el límite constantemente y en un cole del opus, solo chicos, ni te cuento lo que le pasaba al primero que mostraba debilidad o perdía los papeles... pero cuando un profe era bueno y controlaba, me callaba como un puta.
#79 Ya se pueden confitar todas estas ventajas... y mira, aún de mayor, con experiencia de años, tal vez me tiraría la enseñanza pero me pones con 25 años y tengo que aguantar según que faltadas y los mando a la mierda (o algo peor) en un tres i no res...
#19 Tu te crees ario pero como te vayas a Alemania serás presa de los que son como tu, allí.
Además, entre el 10 y el 25% de los genes de la población española mediana, provienen del magreb o población musulmana medieval; te crees muy distinto pero meas y cagas igual que ellos! Y depende de dónde vivas, ese 25% se queda cortisimo.
#1 A finales de 2006 trabajaba en una pequeña promotora inmobiliaria.
Cada semana aparecía un tipo por la oficina, siempre con la misma sonrisa torcida. Se apoyaba en el mostrador y soltaba su profecía: que si la burbuja iba a estallar, que si acabaríamos regalando los pisos, que si ya se veía venir el desastre. Luego se marchaba, satisfecho, como quien deja caer una verdad incómoda en medio de una fiesta.
A finales de 2008 seguía viniendo. El mercado se había parado y él se reía más que nunca. “¿Qué, vendiendo mucho?”, decía, y luego añadía sus sentencias favoritas: "la ambición rompe el saco" o "¡avisadme cuando regaléis los pisos!"...
En 2010 dejé de verle. No fue algo que notara al principio; simplemente, un día caí en la cuenta de que ya no pasaba por allí.
Supe después que había perdido el trabajo, que la crisis se lo había llevado por delante. Más tarde me contaron que lo habían desahuciado y que comía en comedores sociales.
Ayer un colega me decía que su coche, un Leon TDI de casi 20 años, tiene 495.000 km y en todo este tiempo solo ha cambiado discos de embrague i frenos. Ese sí es un coche ecológico...