#8 En los nudos marineros
#8 En los nudos marineros
#2 Gracias a ti amigo, pero dale un meneillo
#39 Cierto, pero el último no es pecado capital...
#37 Bueno, pues como enviar un abrazo es gratis, aquí va uno de un anónimo perezoso (y cafeinómano)...
#35 Y después de deleitarnos con esta magnífica mini-tesis, confiesa... cuál es tu pecado capital?...
#36 Yo diría que gula. Fui anoréxica a los 10 años y ahora mismo me sobran 4 kilos. Es un desequilibrio del lado pasivo, relacionado con la pereza, la tristeza ... Mi padre sufrió hambre en la posguerra, puede que arraigara ahí. La parte tristeza, procastinación, etc, la controlo con café así que, se puede decir que no la tengo internamente bajo control. El deporte es lo que mejor me sienta, pero en cuanto lo abandono se nota mucho.
#37 Bueno, pues como enviar un abrazo es gratis, aquí va uno de un anónimo perezoso (y cafeinómano)...
#3 Eso ya es vicio...
El mío, sin lugar a dudas, es la pereza...
#3 Eso ya es vicio...
#3 "Un poco", dice.
#2 Te iba a argumentar pero, pero...
#7 A riesgo de comerme una rima soez o algo así: ¿quien es ese señor?
#9 jajaja tranquilo, no lleva rima; eso sólo una broma.
Meliodas es el líder de los 7 pecados capitales
https://es.wikipedia.org/wiki/The_Seven_Deadly_Sins
#2 en realidad la pereza no debería ser un pecado capital... en la mayoría de casos te impide cometer los otros 6.
#2 buah, sin duda, el mejor pecado jamás practicado.
#2 A mí entre la pereza, la gula y la lujuria no sabría decir cuál me domina más y por estos lares creo que también predomina mucho la vanagloria
#39 Cierto, pero el último no es pecado capital...
#17 Lo suscribo al 100%
#27 Los negativos se los ha llevado por el bulo absolutamente inventado de decir que hay implicada una red de captación y prostitución de niñas del obispado...
Y lo sabes...
Estamos ante uno de los elementos más curiosos del funcionamiento de la corte otomana: el ixarette es un sistema de gestos, un lenguaje similar a los modernos lenguajes de signos, que se utilizaba en el silencio reverente del corazón del Topkapi. El silencio potenciaba la dignidad y reforzaba el secreto. El uso del ixarette y del silencio ritual en los círculos más próximos al sultán es, a la larga, la crónica de un fracaso y un elemento a partir del cual podemos trazar si no el auge, sí la caída de la dinastía otomana.
En este siglo el mobiliario había alcanzado ya importantes cotas de desarrollo. Dos países estaban en la vanguardia, Inglaterra y Francia, mientras que el resto de las naciones adaptaban o copiaban esos diseños. España fue uno de ellos, aunque se eligieron de acuerdo a costumbres y modas. Las cámaras de los oficiales de los navíos se terminaron entonces amueblando de manera similar a como se hacía en sus casas familiares.
La Rusia más remota: menos del 2% de la población rusa reside en los 4,1 millones de kilómetros cuadrados de territorio al norte del círculo polar Ártico. Evgenia Arbugaeva, nacida en Tiksi (Ártico), retrata estos paisajes helados. El artículo en español: https://www.almendron.com/blog/la-rusia-mas-remota-vidas-y-leyendas-congeladas/
Diseñado por el Dr. José Verdes Montenegro y Páramo (1866-1942), médico «fundador de toda lucha antituberculosa en España» y autor de diversas publicaciones sobre la tuberculosis en España, fue dibujado por el ilustrador y reconocido pintor modernista Eulogio Varela (1868-1955) y realizado en la empresa litográfica de José Palacios en Madrid, conocida sobre todo por sus láminas de tauromaquia.
Los ejércitos romanos organizaban la formación de los legionarios dependiendo si los mismos se encontraban en marcha (agmen) o en batalla (acies). Esto le permitía a los comandantes contar con un nivel de organización poco visto en el mundo antiguo, ya que ambos métodos podían combinarse para ya sea defender un ejército en marcha que estaba siendo atacado o un ejército en combate que debía realizar una retirada táctica.
El adjetivo «idiota» se usa principalmente como un insulto hoy en día, según el DLE para referirnos a alguien «tonto o corto de entendimiento» o «engreído sin fundamento para ello». Sin embargo, muy poco tiene que ver esto con el origen etimológico de la palabra, que llegó al español a través del latín idiota, desde el original griego ἰδιώτης [idiˈɔːtɛːs]
Sebastião Salgado, seguramente uno de los fotógrafos más reconocidos del planeta, comenzó realizando puro fotoperiodismo en agencias como Sygma, Gamma y posteriormente Magnum. Hoy, cuando contemplamos esos impactantes paisajes en blanco y negro que forman parte de su última serie “Génesis”, se nos hace difícil imaginarlo persiguiendo a un político, o retratando la vida diaria de una ciudad. Muchos de los que hoy tenemos como grandes nombres de la fotografía, fueron progresando en el oficio, trabajando como fotoperiodistas de calle.
A lo largo del siglo XX, la forma de hacer Historia tuvo una transformación imprescindible de la mano de la escuela de los Annales. Esta metamorfosis surgió a partir de la intención de Marc Bloch y Lucien Febvre de desafiar el paradigma positivista dominante hasta ese entonces. Esta nueva visión priorizó el análisis de las grandes trayectorias económicas sobre el estudio de los efímeros eventos políticos e incorpoó elementos propios de la metodología de las ciencias sociales como la geografía, la antropología y la psicología social.
Tanto el oleaje como el viento pueden tener distintas características e intensidades dependiendo del momento y la zona en que se produzca, pero, ¿cómo definir si hay mucho, o demasiado, o poco viento? Para clasificar el estado del mar, y del viento, en función de unas medidas estándares para todo el mundo se utilizan la escala de Beaufort (para el viento), y la escala Douglas (para el oleaje).
Esta semana he visto con mis alumnos de bachillerato la película “Las invasiones bárbaras”, de Denys Arcand. Siempre he sido un tipo de costumbres, una especie de gato en un cuerpo equivocado, y ésta quizá sea, de entre todos mis hábitos y rutinas adquiridos tras años de docencia, la que mayores satisfacciones me ha dado tanto a nivel personal como profesional. No ha pasado un solo año desde que me dedico a la docencia del francés en que no haya elegido esta película canadiense para usarla como muestra de la variedad de acentos y particularidades del idioma (el francés québécois tiene un timbre muy marcado), pero sobre todo, como excusa para fomentar el debate (y la competencia oral) entre mis alumnos.En este sentido, la película es realmente generosa e invita, y casi empuja, a la reflexión en torno a asuntos que, de una u otra manera, nos tocan e interesan a todos: la drogadicción, la eutanasia, el uso de drogas ilegales como remedio paliativo frente al dolor, la enfermedad, las relaciones paterno-filiales, la amistad, el paso del tiempo, el derrumbe de las certezas, el sentido de culpa, en fin, la vida y lo que queda en nosotros de ella cuando estamos a las puertas de abandonarla.Pudiera parecer que los adolescentes, de los que presuponemos un escaso interés por temas o asuntos que a los adultos nos parecen relevantes, no fueran capaces de mantener durante dos horas la atención requerida para el disfrute de un film tan poco convencional y, a priori, escasamente atractivo desde el punto de vista de un cuerpo sometido a los azarosos y violentos vaivenes de las hormonas. Craso error. Año tras año, acabo llegando al convencimiento de que no todo está perdido, de que todavía hay esperanza, y de que soy un agonías y un viejo gruñón cuyos prejuicios son derribados de manera inmisericorde tras cada visionado.“Las invasiones bárbaras” es la segunda parte de una trilogía inicada con “El declive del imperio americano” (1986), y cerrada con “La caída del imperio americano” (2018). De todas ellas, mi favorita sigue siendo “las invasiones”, una película redonda, inteligente y emotiva como pocas. Tanto como para que se me encoja el corazón y deba reprimir los lagrimones cada vez que llego a la escena final, al igual que me ocurre con la maravillosa “Cinema Paradiso”. En el caso de la película de Arcand, el desencadenante son las primeras notas de la canción de cierre, y la cálida y envolvente voz de Françoise Hardy. Ni sé la de veces que habré escuchado “L’amitié” pero, a buen seguro, podría contarlas por miles, pues forma parte de la banda sonora de mi infancia, y la buena de Françoise permanece en mi memoria como primer amor platónico de mi vida.Dentro vídeo:En realidad mi artículo no versa sobre la película de Arcand. De hecho no es más que la excusa que he encontrado para que confesemos nuestros pecados de juventud, y el lastre que hemos ido soltando en el transcurrir de nuestras pequeñas existencias. Y para ello, a modo de guía, nada como la inolvidable escena en la que Rémy y sus amigos, copa de vino en mano, hacen un rápido y elocuente tour ideológico a lo largo de las suyas.Sirvan pues estos dos minutos escasos de metraje para confesar y rendir cuentas ante la soberana comunidad de menantes. Sed valientes hermanos, desnudad vuestras vergüenzas a ojos de vuestros semejantes. No temáis, contáis con nuestra complicidad y comprensión. Al fin y al cabo, ¿quién no ha dejado algún “-ismo” por el camino?A modo de ejemplo y para romper el hielo, he aquí mi confesión:-ismos (abrazados y abandonados):Marxismo-Leninismo, Trotskismo, Socialismo libertario, Teoría crítica del Marxismo, Existencialismo, Nosédecirnoismo (éste me costó lo suyo), Priapismo (de los primeros en abandonarme), e incluso Pablismo (todos tenemos un pasado. En mi descargo diré que me pilló con las defensas bajas...)-ismos (que aguantan contra viento y marea)Escepticismo, Agnosticismo y, como no, Onanismo…
Sobre el papel los nazis habían ocupado ese remoto territorio de soberanía francesa a escasas 14 millas de la gran isla de Terranova (Canadá). En junio de 1940 toda Francia, sus departamentos extraterritoriales y colonias, quedaban bajo dominio del III Reich alemán o del gobierno títere de Vichy. Este último fue el que administraría al archipiélago de Saint Pierre y Miquelón, porque su gobernador, Gilbert de Bournat, se mostró fiel seguidor del gobierno de Pétain. Aunque eso iba a cambiar pronto por el plan de «liberación» de esas islas...
La palabra vermut viene del alemán wermut (ajenjo), tradicionalmente el principal producto botánico en participar en su elaboración. Esta planta amarga y aromática se utilizaba para luchar contra problemas de estómago y como conservante natural. Por eso se utilizó en la cerveza antes de que se impusiera el lúpulo. Pero lo que nos interesa aquí es su uso con vino ya que es importante no olvidarse que un vermut siempre tiene una base vínica.
El “Philobiblon” es una colección de ensayos sobre la adquisición, preservación y organización de libros escritos por el bibliófilo medieval Richard de Bury poco antes de su muerte en 1345. Escrito en latín, como era la costumbre del día, se divide en veinte capítulos. , cada uno cubriendo un tema diferente relacionado con la recolección de libros. En la obra utiliza el lenguaje del fuego del infierno y la condenación para expresar su devoción por los libros, especialmente los de ciencia e historia. El resultado es maravillosamente entretenido.
@admin me pueden explicar quién y por qué ha cerrado mi envío por favor?
#6 En qué estás pensando?...