#1 Notal al margen: una manía mía, con permiso y disculpas por la interrupción.
La fábula de Esopo del pastor mentiroso se ha transmitido durante milenios como"El Lobo y el pastor" o "El pastor y el lobo", "Lupus et pastor" la llamaban en latín; "The boy who cried wolf" en el idioma de nuestros amos.
Lo de "Pedro y el lobo", tan extendido recientemente por culpa de algún perezas de una editorial española, es en mi opinión una mala transmisión del legado cultural que aún podemos revertir, empezando aquí en este nido de fachas esta cuna del saber.
Además, Pedro y el lobo yo lo reservaría para el cuento ruso que inspira la obra del mismo nombre, para narrador y orquesta, de Prokofiev. Ese personaje, si no me equivoco, sí se llama Pedro o su equivalente en cada idioma.
Adiosbuenastardes.
Pues aprovecho que se menta a la importancia de tradición oral para rogar humildemente que entre todos dejemos de llamar Pedro al pastor mentiroso de la fábula de Esopo.
Precisamente, un funcionario sabe que no lo puedes putear así, y eso jode. Los demás vivimos más acojonados, aunque a veces salgamos ganando.
Me alegro mucho por los funcionarios, ojalá nos podamos igualar.
#62 Es importante decirlo, porque de entre los que hemos pasado por ese aro, la mayoría tienen un síndrome de Estocolmo fabuloso. El puteo y el maltrato no equivalen a calidad.
Meneante que en esta noticia entras, abandona toda esperanza.
¿Cómo puede pensar alguien que cualquier medida de este tipo no desencadenaría rapidamente en una vuelta más del garrote vil?
No sé cuál es la solución, pero tengo claro que tiene que ser una que haga infeliz al "sector inmobiliario".
no tengo ni puta ideaLa respuesta está en tu corazón.