Con todo mi respeto a los manifestantes, en su mayoría gente madura, está claro que acuden allí con el espíritu gregario de los influenciados por las soflamas sobre el "golpismo de las togas" aireado por los medios afines. Posiblemente adolecen de un mínimo de capacidad crítica para darse cuenta de que que están siendo burdamente manipulados por un Gobierno cuyo líder ha desarrollado un clara estrategia de ataque al poder judicial en vista de lo cercado que está siendo por causa de los variados escándalos de corrupción que afectan a su partido y a su familia. En fin, que lo que está claro es que los asistentes a la manifa posiblemente no tengan ni idea de los todos entresijos jurídicos del proceso al Fiscal General del Gobierno y el fallo condenatorio, pero allí están felices defendiéndolo.
Acabemos de una vez con los jueces que son al fin y al cabo una reliquia del fascismo, y erijamos al poder ejecutivo como dador único de justicia y castigo. Si el Gobierno lo elige el pueblo y es defensor del pueblo ¿para qué necesitamos tribunales de justicia, ese odioso residuo de las sociedades burguesas?
BYD vende 12 millones de coches cada año, tiene más de 1 millón de empleados y su departamento de ingeniería y desarrollo de producto cuenta con 180.000 ingenieros, más que todas las firmas del resto del sector del automóvil juntas. Pierdan toda esperanza las firmas americanas y europeas. El futuro del automóvil es China y nuestros nietos - si conducen algo - sólo conducirán coches chinos.
La prueba de alcoholemia realizada en su casa no sirve para nada. El torero alegará que tras el accidente se tomo un trago al llegar a su casa para calmarse
Todos los periodistas progres de este país tenían el correo filtrado antes que el Fiscal General del Estado. Nadie proporciona ninguna prueba de que realmente lo tuvieran, tenemos que fiarnos de su palabra. Pero el caso es que dicen que lo tenían.
Teniendo el correo, ninguno de esos medios lo publicó, vete tú a saber por qué. Sería porque les cae bien Ayuso.
Y entonces, el tonto de García Ortiz, en vez de pedirle el correo a alguno de los 2.400 periodistas amigos que lo tenían (que se lo habría podido enviar discretamente), va y saca de un partido de champions a un subordinado para que se lo envíe, dejando rastro de su interés en el asunto.
Y sólo cuando García Ortiz recibe ese correo, el correo llega a Moncloa y se publica en un medio de comunicación.
¡Coherente relato, pardiez!
En el auto se describe, con indicios sólidos, cómo García Ortiz respondió a la maniobra de Rodríguez de filtrar la disposición al acuerdo entre la Fiscalía y el abogado de González Amador con una operación que, a cualquier demócrata, debería asustar: a las órdenes de La Moncloa, reclamó a sus subordinados que recabaran todas las comunicaciones privadas de la causa y se las remitieran a un correo privado; envió a la Presidencia el resultado de sus pesquisas para que desde allí se enviaran a Lobato, líder socialista madrileño y, probablemente, trasladó un anticipo a un par de medios de comunicación leales, incapaces de demostrar que el expediente del novio de Ayuso les llegó por otro conducto porque, simplemente, el conducto era la Fiscalía General. Y el Fiscal General (del Gobierno) acongojado por las consecuencias de todo, borró , borró y borró.
Sánchez ha incluido los gastos de la lucha contra el cambio climático como gasto de defensa para llegar al 5%, y ahora se comenta que va a incluir también los de la defensa legal de su mujer y su hermano
Si la ayuda humanitaria era urgente —y lo es—, ¿por qué elegir una mayoría de veleros que tardan más de un mes para llegar a aguas próximas a Gaza? La cronología los delata: 42 embarcaciones, alrededor de 450 activistas, con auto proclamadas «celebrities» a bordo buscando su minuto de gloria y un relato pre escrito de épica falsa y victimismo. Es un insulto al sufrimiento del pueblo de Gaza y una repugnante banalización del terrorismo de Hamas y Yihad Islámica. La ayuda humanitaria se mide en inmediatez y números de camiones, no fiestas en cubierta y autobombo.
Hamás nunca aceptará la paz. Hamás ha invertido las faraónica ayudas humanitarias internacionales en una inmensa red militar de túneles blindados. Por encima de esos túneles, transcurría la vida de una ciudad superpoblada. Y los cuarteles generales de la milicia se ubicaban bajo el subsuelo de hospitales, escuelas, mezquitas, organizaciones humanitarias… Llegar hasta el corazón de Hamás exigía atravesar esa atroz barrera de cuerpos inocentes. Y el horror entró en un callejón sin salida. Porque, para Hamás, nada importa la muerte de los gazatíes: al fin y al cabo, un paraíso de huríes aguarda a quienes murieron por el honor de su dios. ¿A qué, entonces, empecinarse en vivir? Para Hamás importa, «del río al mar», el exterminio de todos los judíos.
Habrá lágrimas de unos y risas de otros cuando, al aproximarse a la costa de Gaza, la Armada de Israel les haga dar la vuelta y a los que no obedezcan les aborden y detengan a sus tripulantes acusándolos de terrorismo. Pero que les quiten lo bailao