#2 Estos castigos “ejemplarizantes” para infundir miedo, lo único que consiguen es que a los próximos que se les hinchen las gónadas y les de por protestar, saben que va a ser igual de caro hacer el paripé para denunciar sus quejas, que poner una bomba.
Cuando se pierde el criterio y la proporcionalidad, lo que sigue suele ser alguna ida de olla desproporcionada.
Ocho años de prisión por protestar. Ni que estuviéramos en Rusia. Que sí, que han manchado de pintura una fachada. Que sí, que costaría miles de euros limpiarla. Que no, que eso no merece en ningún caso ocho años de prisión. Ni medio año, tampoco.