#10 teniendo en cuenta lo que se ve que maman entre colegio, televisión y sociedad, sí, lo más probable es que ya sean unos genocidas irredentos a la espera de un fusil.
"El Sindicato Unificado de Policía se querella contra Ione Belarra por sugerir que existen grupos «neofascistas» dentro del cuerpo " www.meneame.net/go?id=4078278
De hecho en la transmisión se han podido ver varias agresiones: el que arrea a la cámara, el que tira un liquido (que puede ser agua o podría ser ácido), el que viene y agarra y retiene a la reportera...
Están todos grabados en televisión. Dónde está la policía?
#17 Te doy la razón en que el dinero y los medios de pago son pura confianza. Efectivamente el dinero es un "proxy" y ello implica estar expuesto a los riesgos asociados a los proxies.
Pero eso es un trueque que a duras penas se podría considerar una forma rudimentaria de economía. De hecho hay controversia con qué fue primero; si el trueque o el "yo te doy con mi palo gordote y tu me das tus dos huevos".
En cuanto al euro o el BTC, pues sí. Solo hay que ver la brutal perdida de poder adquisitivo en España en los últimos 20 años, que aplica desde los filetes de vaca del súper a cambiar tu coche de 15 años que te costo 12K lereles (a ver dónde encuentras eso ni de cerca hoy en día) o intentar independizar y comprarte tu propia casa.
La "etiqueta" es ridículamente paternalista, cuando lo que se requiere es lo que comenta #7.
#12 Si bien alguien podría alegar que la economía es el ejercicio de distribuir ecuánimemente una cantidad finita de recursos de acuerdo a unos objetivos, sí podría matizar si me refiero al dinero.
Pero hasta en el caso del que cambia trabajo por comida hay un factor inalienable de confianza y credulidad: si come primero se puede largar sin hacer el trabajo y si trabaja primero el otro puedo engañarle a posteriori.
Están hablando del matrimonio igualitario, que se aprobó durante su mandato a pesar de la fuerte oposición del sector conservador de la sociedad del momento liderados por el PP, y este a su vez por M. Rajoy, y del cinismo y la cara dura que implican primero criticar la ley diciendo que va a romper la sociedad y luego ser de los primeritos en beneficiarte de ella.
Al menos tiene la elegancia de alegrarse de que incluso esos sinvergüenzas puedan disfrutar de esos derechos que ellos mismos les negarían a otros.
Así que tiene bastante sentido que comenten las anécdotas y jugadas a colación de la vivencia.