En seis palabras ¿Qué tiene de bueno la competitividad?

Desde que empezó la crisis económica en el Estado español los medios de comunicación, (lo podemos ver en la prensa escrita y digital y también en los telediarios) llenan sus contenidos mayoritariamente de “noticias” relacionadas con la política y el deporte. Nos podríamos hacer alguna pregunta cómo: ¿Qué relación hay entre la política y el deporte, qué intencionalidad y qué motivos impulsan a los mass-media, normalmente contadores de mentiras, a informar sobre estos temas.
Si investigamos un poco podremos encontrar alguna respuesta.
Desde que el Partido Popular gobierna el Estado español hay un Ministerio que ha añadido un nuevo concepto, éste es el de Competitividad, al Ministerio de Economía.
La competitividad es la esencia del deporte como el fútbol, automovilismo, baloncesto, atletismo, etc, etc. Las cifras astronómicas que se manejan en el deporte de alta competición como el fútbol dan buena muestra de ello. Proponer un modelo basado en la competitividad es esencial para que la sociedad en general dirija su pensamiento básicamente hacia la producción de bienes de consumo.
No es de extrañar que la élite (grandes empresarios y banqueros) entre otros, les interese perpetuar un modelo de sociedad basado esencialmente en la competitividad.
Un ejemplo también lo tenemos en las Olimpiadas donde la competencia entre países, ya se en grupo o individualmente genera en la sociedad un sentimiento de nacionalismo que “inconscientemente” deriva entre otras cosas en competencia, así podemos ver que el nexo entre el deporte y la economía es fundamental para el control social.

Traducción del texto:

Muchos consideran la miseria y el hambre lacras lejanas que no nos afectan para nada, problemas crónicos pertenecientes a países del "tercer mundo". Algunas imágenes de TV mostrando el drama humanitario de aquellas personas, que hieren el corazón profundamente, pero sólo nos afecta en el instante permitido por la cotidianidad.

Sin embargo, todo está conectado y no hemos querido darnos cuenta: ¿tercer mundo? ¡Sólo hay un mundo!

Cada pensamiento, cada acción nuestra dirigida a los seres vivos o la naturaleza, repercute consecuentemente en el resto del mundo. Es la visión global que nunca ha tenido la política occidental. La cosas empeoran cuando más de medio mundo vive miserablemente o cuando el exterminio de especies, la agresión al medio y la contaminación son actos inevitables y propios de nuestro "mito" o modo de ver, entender y habitar el mundo.

El País Valenciano, modelo (según el PP) hasta hace poco tiempo de prosperidad, democracia, progreso y modernidad, procurado por la fiebre del hormigón que ha destrozado la agricultura, buena parte de la industria y del patrimonio natural y por el que se han enriquecido unos pocos, hoy sufre el resultado de sus políticas: un continuo aumento de personas desheredadas que deben pedir ayuda para poder comer o lugar dónde poder pasar la noche.

En las comarcas alicantinas hay más de 40.000 personas víctimas de la pobreza extrema y más de 415.000 pobres. Sólo hay que salir a nuestras calles para ser testigos de esta injusticia social. Pongámonos en el lugar de estas personas y reflexionemos cuáles son las razones que conducen a tan cruel situación en nuestro país ... y en el mundo.

Pero, es difícil sentirse corresponsable de estas injusticias cuando el éxito "económico" de nuestras políticas obliga a ocultar esta necesaria y criminal realidad, por esta causa es atacado el espíritu humano fomentando la competitividad, la individualidad y el egoísmo día a día, minuto a minuto.

¿Cómo podremos entonces "parar el tiempo" para reflexionar, cuando el tiempo es dinero y se debe "aprovechar"? ¡Aprovechar! (Como si fuera un objeto) ¿En favor de qué, de quién?

Seguramente habré transgredido las normas del "sistema" parando el tiempo para escribir estas palabras, ¡soy un indeseable! pero por un momento puedo sentir la paz y la libertad de expresar lo que siento ... y de pensar lo que nos espera si no hay un cambio radical y urgente del "sistema".

Comença la pobresa y la miseria per a moltes persones a casa nostra, igualment com fa temps pateixen a altres parts del món.

¿No serás psicólogo?