A los 63 seguimos para bingo. Por eso, muchas personas notan que de pronto les cuesta más recuperarse tras un esfuerzo, o que aumentan las “pequeñas molestias” de un año para otro.
Diedrich Knickerbocker es un personaje literario estadounidense que se originó en Washington Irving'La primera novela, Una historia de Nueva York desde el principio del mundo hasta el final de la dinastía holandesa, por Diedrich Knickerbocker (1809). Es un historiador holandés-estadounidense que viste ropa del siglo XVIII breeches, que luego volvería a la moda como knickerbockers, más tarde acortado a bragas. La palabra knickerbocker También se utiliza para referirse a las personas que viven en Manhattan,[1] y fue adoptado de forma abreviada como Knicks por la ciudad NBAequipo de baloncesto profesional.
#28 Es de suponer, pero si ya es un engorro cambiar de móvil y dejarlo lo parecido al viejo, calcula para ellos. Ten en cuenta que las personas con TEA, algún tipo de parálisis, etc son hipersensibles a cambios y rutinas.
#7 No es solo la tablet. Son todos los programas y adaptación que llevan detrás. Mi hija se dedica a la educación especial y es una herramienta utilísima. Estos chicos se comunican mediante pictogramas y otras técnicas.
#7 Y no te puedo, ni es mi intención, quitarte la razón. El que es un p guarro lo es con todo. Yo cojo la bolsa y la llevo hasta ver un contenedor de basura, una papelera de las que hay para perros y como última alternativa una papelera normal. Es lo que considero que hay que hacer y también me molesta pisar no que no me hubiera gustado pisar ni que mis nietos, sobrinos...se encuentren jugando en el parque.
#3 o los que puedes poner con los emoticonos que hay en el teclado del móvil. Que no quiere decir que este de acuerdo contigo. Soy de los que llevan y utilizan bolsitas para las cacas y ni suelto a mi perrete en zonas infantiles ni dejo que haga sus necesidades en las zonas cercanas.
Marranos hay en todas las partes, algunos con sus cigarrillos, cáscaras de pipas, latas de bebida, restos de Burguer...
Hacia el año 89 estuve en Checoslovaquia (aún no se habían separado). En las botellas aparecía el precio oficial del Estado y es lo que costaba hasta en el bar. 5 coronas. Había refrescos de cola y en algunos de los primeros negocios privados ya tenían Coca Cola, pero no era lo habitual.
Las salchichas callejeras espectaculares.