#25 Si la calle saliente continúa hasta una rotonda en la que pretendes girar a la izquierda, deberías incorporarte al carril izquierdo de la misma.
Por ejemplo, en la ciudad en la que vivo hay una avenida muy concurrida que tiene un paso subterráneo en el carril izquierdo a unas decenas de metros de la salida de la rotonda y siempre hay listillos que se incorporan a dicho carril desde e interior de la rotonda y te impiden pasarte a dicho carril al incorporarte en el derecho, tal y como hace mucha gente. Yo, tal como dice la normativa, siempre me incorporo desde el carril exterior de la rotonda, pues desde hace unos años ya pongo el intermitente izquierdo para que se piensen que soy de esos zafios que dan la vuelta completa por el carril exterior y me pongo delante de ellos en el carril izquierdo de la calle. No sabes la de cabreos que he probocado.
#13 No digo que sea mala idea, siempre y cuando acabe siendo lo m'as caro posible en el caso de que te manden hacer cosas fuera del ep'igrafe profesional del contrato, o te pongan pegas para elegir los quince d'ias de vacaciones, o te griten en el ejercicio de tu profesi'on, o tantos otros abusos que tan habitualmente se dan desde el patronato en las relaciones laborales.
#99 No me oirás defender lo contrario. Es más, más ayudas a la maternidad deberían de establecerse. Aunque tengo bastante claro que nadie tiene hijos para salvar a la humanidad, así como que existen múltiples maneras de mejorar este mundo.
#22igual a mi hijo le puede parecer mal pagar tu puta pensión
Sin intención de defender a nadie, tu hijos y tú ya recibís ayudas de los que no los tenemos. Desde descuentos en el IRPF hasta servicios esenciales como educación y sanidad, los cuales personalmente entiendo que es mejor que se conformen a nivel colectivo. En cualquier caso estaría devolviendo solo una parte de lo recibido. Sin querer evitarlo te has puesto al mismo nivel de demagogia de #12. En fín...
Para mi un manolito siempre ha sido una tartaleta de hojaldre rellena con una torre de merengue rematada con un poco de chocolate negro... una delicia.
#24 Es, sin duda, un problema de falta de recursos. La precariedad de las educadoras sociales en estos recursos es muy grande. Es un trabajo muy mal pagado y sin ninguna garantía de seguridad. Se comen un marrón detrás de otro.