El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, y el director general de Salud Pública, Juan José Camacho Parejo, recibieron la pasada Navidad unos sabrosos regalos navideños: jamón y vino «de los buenos». Varios y voluminosos paquetes llegaron hace unas semanas a las oficinas de la Consejería de Sanidad castellanomanchega a nombre de ambos, algo prohibido expresamente por la legislación nacional y por propio el código ético que los altos cargos de la Junta de Castilla-La Mancha firman voluntariamente al acceder al cargo.
Ni tan siquiera las reputadas DOPs escapan a las polémicas prácticas productivas que se extienden en el sector jamonero del cerdo ibérico español, al incurrir en prácticas como la , entre otros. Guijuelo y Jabugo permiten a las empresas disponer de cochinos que no se han criado ni cebado en las dehesas enclavadas en su zona de demarcación regional y denominativa, lo que es visto desde Los Pedroches como un claro agravio, al ver mermada su capacidad productiva.
ASICI, la patronal que salvaguarda los intereses del sector a nivel nacional e internacional, repartió miles de envases de paletas ibéricas de bellota (25 grs.) en charcuterías y carnicerías a finales del año 2020. En el reverso de los envases aparece publicada la información nutricional del producto y su denominación comercial, pero no figura por ningún lado la mención más importante que todo producto puesto a disposición de los consumidores debe incluir: el lote de trazabilidad y seguridad alimentaria.
La cadena de supermercados DIA vendió durante meses falsos ibéricos que posteriormente han sido calificados como no aptos para el consumo. Durante cuatro meses, DIA vendió estos falsos ibéricos de la marca Campo Noble. Y lo hizo con rebajas que llegaron hasta el 75%, sobre los ya de por sí bajos precios iniciales aplicados a estos productos. Dia incluso llegó a lonchear y envasar en sus charcuterías piezas del artificioso jamón ibérico de la firma Campo Noble que luego comercializó sin reflejar el lote, ni el código de trazabilidad sanitaria.
La red que vendía ibéricos falsos en Dia suplantó los sellos sanitarios, y según la Guardia Civil supuso un riesgo evidente para la salud pública, ya que se trataba de productos no aptos para su consumo. En los envases, que se vendieron a la cadena de supermercados Dia bajo la marca Campo Noble, figura un registro sanitario por fuera y otro distinto por dentro, sin control de la trazabilidad, duplicando los lotes de producción. Se utilizaba también un número de certificado emitido por la firma Certifood sin contar con autorización para ello
A partir de ahora, lo mismo dará elaborar un jamón serrano al estilo tradicional que hacerlo a pie de playa en Ibiza en una nave frigorífica. Con el nuevo proyecto que prepara el Ministerio de Agricultura, dará igual que el jamón se produzca siguiendo métodos tradicionales así como tampoco importará en absoluto que el cerdo sea polaco o rumano. Solo importará que el cochino esté sano y bien alimentado. Sin más. Ni siquiera la raza, por lo que te pueden meter un cerdo vietnamita y venderlo como jamón serrano. Hasta ahora, la OCU y Facua callan.
Vuelve la polémica al sector del jamón español. El nuevo sello de calidad protegida, “IGP Jamón Serrano”, que pretende instaurar el Gobierno permite elaborar el producto en cualquier lugar de la geografía española, tenga sierra o no. Tampoco entra en la forma de curado y maduración. Dicho de otra forma, deja a la libre elección del industrial optar por la forma artesanal o acogerse a envejecer las piezas en cualquier nave industrial al lado del mar y haciendo uso de aparatos frigoríficos y de control artificial de la temperatura ambiental.
Los productores de auténtico jamón serrano impugnan la propuesta formulada por el Gobierno y la patronal cárnica para apropiarse del término: "Se la van a meter doblada al consumidor". El pliego de condiciones propuesto permitiría que patas de cerdo procedentes de cualquier país del mundo y curadas en solo siete meses artificialmente en cualquier entorno -incluso en lugares costeros- sean ofrecidas al consumidor como un genuino jamón serrano de España. Una “estafa”, pues el jamón no tendrá por qué ser de sierra ni español ni de calidad.
La creación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el jamón serrano a nivel nacional, que impida su producción fuera de nuestro país, ha desatado ya las primeras críticas internacionales. La decisión ha provocado un gran malestar en Portugal, con productores que están dispuestos a presentar los recursos correspondientes para evitar la apropiación del término por parte de España. La aprobación de esta nueva IGP ha provocado también un fuerte rechazo entre las dos ya existentes en suelo español: Trevélez y Serón .
El Gobierno de Sánchez ha impulsado una nueva Indicación Geográfica Protegida (IGP) para todo el territorio nacional salvo Ceuta y Melilla con el objetivo de proteger al jamón serrano como producto español. En los últimos años están proliferando productos que se venden como serrano pero que no tienen en realidad nada que ver con España. Se dan casos en los que se vende directamente jamón producido en Latinoamérica usando marcas que evocan a España, como el jamón marca Salamanca, publicitado como "el auténtico jamón español producido en Brasil".