Ivars y Reverte son de los pocos personajes públicos que quedan que pueden decir lo que de verdad piensan sin temer que sus carreras se vean perjudicadas. Son de esos a los que la izquierda llama racistas y la derecha, rojos.
#5 De hecho, ésta es la culminación del proyecto en dicho laboratorio. Han demostrado la efectividad y la seguridad de la vacuna en animales.
Los siguientes pasos dependen de que haya interés, por parte de gobiernos o empresas, en completar costosos estudios clínicos. Hoy en día, dicho interés es nulo (ni siquiera se contempla la financiación para la investigación en nuevos antivirales contra la COVID-19). Nos tenemos que conformar con las vacunas actuales que, si bien han salvado millones de vidas (incluso de quienes se negaron a vacunarse), se limitan a reducir el riesgo de enfermedad grave en caso de contagio.
Tratándose de una enfermedad que se transmite por el aire y que puede dejar secuelas a largo plazo, creo que es un error bajar la guardia tan pronto.
¿Por qué en los medios siempre transmiten que votar a la ultraderecha es un error y votar a la izquierda radical es una opción más?
Ambas son opciones válidas. A los de izquierda que dicen a los ciudadanos "estáis votando mal" yo les respondería "porque vosotres estáis gobernando mal".
#27 Es verdad, no puede ser. Sería una actuación unos 5-6 años después. Pero recuerdo que se trataba de ese mismo efecto de cartas y que fue en el 1,2,3.
Cuando vi esta actuación en la tele, a los pocos días, fui a la tienda de magia de Ana Tamariz para adquirir "algo" que necesitaba para hacerlo yo mismo. Me dijo: "¿y tú cómo sabes eso?" Nunca lo olvidaré.
Me vendió lo que pedí y además me regaló un puzzle de dos piezas que guardo con un tesoro.
Ana, si lees esto, que sepas que, todavía, cada vez.que os veo a ti o a Juan por la tele, recuerdo aquella conversación. ¡Gracias!
Yo entiendo perfectamente que los jóvenes estén convencidos de que la democracia que tenemos no sirve de nada. Nuestros políticos, en lugar de resolver nuestros problemas, se dedican a resolver los suyos. En lugar de gestionar para reducir el paro y los precios, se esfuerzan en justificar sus pufos para perder los menos escaños posibles y seguir viviendo bien otros cuatro años.
Los jóvenes no tienen ni idea de lo que es el franquismo. Les han contado que fue una época de bienestar, pero no les han explicado que, tras una guerra civil, solo cabe ir a mejor.
Los populistas de izquierda y derecha lo han tenido muy fácil para desprestigiar a "la casta". Y ello podría haber servido para cambiar las cosas para bien sino fuera por que les de un extremo han desperdiciado su tiempo en discutir sobre pronombres y en poner a la mitad del país en contra de la otra mitad.
Es normal que los jóvenes estén desencantados y se arrimen a los únicos que mencionan los problemas de la calle, aunque sea a base de demagogia.
Cada vez es más fácil establecerse en cualquier sitio. Ya ha comenzado un migración silenciosa minoritaria de teletrabajadores y, poco a poco, lugares que no tenían futuro están creciendo.
Estoy convencido de que la tendencia aumentará y cada vez habrá más facilidades, pero los que esperen a que les pongan una alfombra roja para dar el paso llegarán tarde.
Malvivimos hacinados en las grandes ciudades. Vámonos al pueblo a criar más de un hijo que allí se puede. Así se resolverían los problemas más grandes de nuestro país: el precio de la vivienda, el sostenimiento de la seguridad social y el trabajo precario.
Estonia es el país con mejor calidad de vida de los de su entorno. Tiene una economía saneada y buenos servicios públicos. Allí cualquier trámite con la administracion se puede hacer on-line (y funciona).
En realidad, su organización político/social es muy similar a la nuestra... pero allí los debates políticos tienen que ver con cómo gestionar el país y no sobre qué familia de qué representante público es más corrupta.
#9 Precisamente ayer comentaba con mis amigos sobre el derroche que supone dedicar más superficie al aparcamiento que al propio centro comercial.
La tendencia es usar puntos de entrega. Es más eficiente que el repartidor acuda a un punto de entrega y deje 20 paquetes de una vez. Además, se reduce el problema de tener que estar pendiente en casa.
Siempre habrá gente que necesite recibirlos en su domicilio (o que no quiera molestarse en ir al punto) pero serán los menos.
La mayoría de la gente cree que solo una de las afirmaciones anteriores es correcta.