Ah, que eran judíos. De ahí tanta explicación y justificación de la compañía. Con cualquier otro grupo de niñatos malnacidos lo hubieran hecho debidamente sin tanto miramiento explicativo.
Pero con cierta estúpida ideología postmoderna imperante, cualquier cosa que dignifique la vida es un privilegio. Hasta la educación he oído tildarla de "privilegio". Y el problema es que, al otorgarle a ciertas cosas ese halo de una determinada exclusividad injusta, se desvía la atención, alejando a esas cosas de su naturaleza de derecho irrenunciable y exigible. Adormeciendo en la población la sensación de tener la legitimidad para luchar por ellas.
#4 Menos lobos. Lo de "He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona" lo escribió él de su propio puño y letra para justificar su dimisión. Él sabrá de lo que habla.
Nazis que se ofenden cuando los llaman nazis. Nada nuevo bajo el sol. Nos discriminan simplemente por pensar distinto" suelen argumetar. Como le oasaba a Hitler.
Mensajes como "todos los hombres son potenciales violadores" no son fruto de ningún algoritmo. Sino fruto de la estupidez, y el desprecio a la Declaración de los derechos humanos, que nos ha llevado hasta aquí.
Madre mía, menuda propagandista de pacotilla. Lamentable su papel en el programa de Risto. Tanto como el programa en sí. Quién la ha visto y quién la ve. Le pegaría más que la contratase Ana Rosa.