200 ponentes y 300 asistentes de 20 países diferentes vienen a hablar del turismo que hacía Hemingway por el País Vasco.
Por supuesto, después de gastar millones de litros de combustible en vuelos y desplazamientos, y presionar más aún al alza los precios de los alojamientos turísticos, no se les ocurre mejor conclusión que decir que hacía un turismo muy natural. A la misma conclusión llegué yo hace años, sin moverme de casa.
Lo mejor de todo es que está pagado con tu bolsillo, tú sigue remando.
Ya sólo falta que encuentren un pasaporte iraní por ahí y una cinta de la Orquesta Mondragón.