#1 Entonces... ¿ sería posible si dejamos de lado la posibilidad de que los astronautas lleguen vivos, o de que vuelvan? - dijo Elon.
- Efectivamente - respondió aliviado el científico jefe de la NASA, que por fín parecía hacer entender algo a sus nuevos jefes.
- ¡Tenemos el negocio de pompas fúnebres más increíble del mundo!- apuntó Donald - tenéis tres años.
#1 No está loca. No hagas que otros las disculpen por "estar loca".
Si te paras a pensarlo da más miedo sabiendo que en vez de locura es maldad reconcentrada.
#13 Yo me di de baja hace unos años porque encontrar cosas no era sencillo: Tienes que saber lo que quieres (si te apetece ver una peli de Vittorio de Sica, por ejemplo); pero descubrir algo era difícil
#148 Buen apunte pero... ¿cómo te vas a relacionar con el cocinero ,o limpiadora de hotel en estos barrios nuevos de las ciudades diseñados para que no re relaciones con el vecino del bloque de enfrente?
#29 Me pregunto una cosa... ¿a partir de qué cantidad pasa uno de ser pobre a ser pijotieso?
Edit: te pongo un ejemplo:
El otro día fui al cine y te ponían un anuncio de una suscripción a uber eats para ahorrarte los gastos de envío.
En plan: tengo bastante pasta como para que me traigan la comida a casa muchas veces... pero no bastante como para que me moleste pagar los gastos de envío...
Pijotieso.
#18 Por experiencia llevando gente en remoto, lo que dices no hace ningún daño a la empresa; más bien lo contrario.
Te exige, eso sí, planificar un poco las cosas. Pero no es dramático y el trabajo sale mejor porque la gente no está agotada (remember: la gente agotada comete muchos más errores).
Es bastante más j*di* el caso en el que estás bajo mínimos, alguien se quema y se marcha (o peor: le da un parraque), y tienes que echar tu más horas para contratar gente.
Si obligas al equipo a descansar fuera de horas de trabajo, te quitas estrés. Comprobado.
#16 Cuando yo andaba contratando ofrecía 100% remoto *pero* pedía que la gente tuviese la posibilidad de ir a la oficina. Por ejemplo, si se ponen de obras en tu calle y no aguantas el maldito ruido.
- Efectivamente - respondió aliviado el científico jefe de la NASA, que por fín parecía hacer entender algo a sus nuevos jefes.
- ¡Tenemos el negocio de pompas fúnebres más increíble del mundo!- apuntó Donald - tenéis tres años.