e
e

#8 En una entrevista para algún canal de YouTube Bea contaba que con diez años sentía adoración por Boixcar, el autor de Hazañas Bélicas. Resultó que un conocido de sus padres lo conocía. A base de dar la lata consiguió ir a conocer al dibujante a su casa, donde trabajaba.
Durante la visita, el autor se ausentó un momento, dejando a Bea solo en su estudio. El niño aprovechó para hacer una pequeña rayita en el original de Hazañas Bélicas en que trabajaba en ese momento.
Cuando publicaron el cuadernillo, Bea no cabía en sí de gozo al ver que allí estaba su rayita. Y fue diciendo a todo el mundo que allí había un dibujo suyo.