#2 Una posible razón de no nacionalizarlas es que el proceso de nacionalización no es tan simple ni necesariamente ventajoso. Implicaría que el Estado compre (o expropie, con la correspondiente indemnización) unas infraestructuras cuya vida útil está prácticamente agotada, y que además van a requerir grandes inversiones para su desmantelamiento y la gestión de residuos durante décadas. Nacionalizarlas en este punto sería asumir todos esos costes directamente desde lo público, sin ningún beneficio operativo a cambio.
Además, hay compromisos legales y económicos previos. Muchas de estas centrales están gestionadas por empresas privadas bajo concesiones o autorizaciones estatales, y el marco legal español y europeo no favorece la nacionalización, salvo en situaciones excepcionales, como una crisis energética o de seguridad nacional, lo cual no es el caso actual.
Por otro lado, ya existen mecanismos para que el Estado supervise y controle el cierre y desmantelamiento de las nucleares. Estos procesos están regulados y calendarizados, y el coste se reparte parcialmente entre las empresas operadoras y el Estado, a través del Fondo para la financiación de las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos.
En resumen, nacionalizarlas ahora supondría asumir un coste enorme sin una contrapartida clara en términos de producción energética, y con una alta carga política, legal y económica. Por eso, muchos consideran más sensato dejar que las empresas cumplan con sus compromisos y que el Estado actúe como supervisor y garante del proceso.
#124 Yo tuve un corsa 1.0 del 82 que le dimos tres vueltas. Hubo que cambiarlo, pues las camisas tenían mucha holgura y mezclaba la gasolina con el aceite. Pero ninguna avería gorda, de vez en cuando una limpieza en la tapa del delco y poco más.
Ahora con un focus del 2008 con 250.000 con alguna avería tipica (alternador, bimasa...) pero espero que dure unos años más.
#2 A ver, llevas un coche con 17 años si vas acompañado de alguien con experiencia, esto ya se hace en otros sitios, la de practicas que te puedes ahorrar aquí.
Lo de llevar una moto de 125cc aunque tengas 25 o 30 años, si nunca has tocado una es un peligro, poco tiene que ver el manejo del coche con el uso de la moto... y después vienen los accidentes.
#106 Si lo que vendes, lo vendes por un precio menor de lo comprado (no obtienes beneficio) ya puedes hacer 30 ventas por 2000€ como una sola, que no hay nada que declarar
#119 El intermitente en el carril de fuera tiene la función de avisar al de atrás que sales y al que quiere entrar en la rotonda que puede iniciar la rotonda.
#57 si usas uno como el que recomiendo en #79 no desechas nada de agua, no será filtrada al 99.99% pero hará que valga para beber del grifo y no distinguirla de la mineral, salvo que seas un sibarita.
#43 Si, va debajo de la pila. He realizado una búsqueda por google para buscar uno como el mio, aprox.
A ver si he adjuntado bien la imagen.
Con este sistema bastante sencillo se acabó cargar con botellas de agua.
#12 Comenta también que la empresa que gestiona los radares se lleva un % de lo recaudado y así ya tienes todas las respuestas del porqué de su ubicación.
Además, hay compromisos legales y económicos previos. Muchas de estas centrales están gestionadas por empresas privadas bajo concesiones o autorizaciones estatales, y el marco legal español y europeo no favorece la nacionalización, salvo en situaciones excepcionales, como una crisis energética o de seguridad nacional, lo cual no es el caso actual.
Por otro lado, ya existen mecanismos para que el Estado supervise y controle el cierre y desmantelamiento de las nucleares. Estos procesos están regulados y calendarizados, y el coste se reparte parcialmente entre las empresas operadoras y el Estado, a través del Fondo para la financiación de las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos.
En resumen, nacionalizarlas ahora supondría asumir un coste enorme sin una contrapartida clara en términos de producción energética, y con una alta carga política, legal y económica. Por eso, muchos consideran más sensato dejar que las empresas cumplan con sus compromisos y que el Estado actúe como supervisor y garante del proceso.