#27#2 Sí. Lo fue. Y todavía se sostiene mal que bien con algunos profesionales bueno, puteados, que aguantan en las trincheras. Sin embargo creo que lo han conseguido: está empezando a desmoronarse.
#47 Sí, la verdad es que cualquiera con dos dedos de frente puede tirar abajo ese sombrajo. En este caso supongo que se lo dijo con palabras caras, que son las que más le escuecen a esta gentuza.
Yo conocía un caso pero no creía que fuera generalizado. A uno de mi pueblo lo operaron de la rodilla en uno de esos planes de choque y cuando estaba recuperándose de la anestesia en la habitación, con la familia, entró un tío que dijo ser anestesista y les salió con el razonamiento de que la Consellería pagaba X pero los gastos quirúrgicos habían sido Y, así que le tocaba a la familia cubrir la diferencia. En cash, por favor. El problema que se encontraron es que el hermano pequeño del paciente es abogado, y de los duros, así que salió de ha habitación con el presunto anestesista y con muy buenas maneras le dio un par de explicaciones. No me contaron en qué consistió exactamente esa conversación, pero creo que al presunto anestesista todavía le tiemblan las piernas cuando se acuerda.
#4 Los nazis eran unos exterminadores fríos, despiadados y metódicos, pero ni siquiera ellos llegaron al nivel de sadismo que ha alcanzado el estado de Israel.
#15 Los maestros y los cuadros directivos (más maestros) ni están formados ni cuentan con herramientas efectivas para hacer frente a conflictos tan graves como para terminar con lesiones en un centro médico. Para esto deberían formarse unidades policiales especializadas y deberían ir formándose ya. Tal y como se están poniendo las cosas van a hacer mucha falta; porque no solo son los acosadores y su círculo, es que en la mayoría de las ocasiones cuentan con el apoyo de los padres que pueden ser tan violentos o más que sus retoños.
#27 A ver, tampoco dan tanto trabajo. Y si las tienes un poco cuidadas, la calidad del producto no es que juegue en otra liga, es que directamente es un deporte distinto. Los jubiletas suelen jugar a decir que «no compensa», «da mucha faena», pa que la gente alabe la calidad de los productos que consiguen.
#57 Mira, si un político no conoce el peso de una lengua cooficial en la población que gobierna, si es incapaz de consultar a las estructuras existentes sin montar un pollo farragoso, tramposo e inútil, que se dedique a otra cosa.
#1 Plantear un referéndum desde las instituciones haciendo campaña para que salga lo que nos conviene a nosotros no es bueno, es hacer trampas. Y perder, además, haciendo trampas, es de putos inútiles. Y no hablemos de la pesadilla burocrática que han montado en los coles haciendo que los equipos directivos pierdan el tiempo en difundir una pregunta de mierda que muy bien podrían haber respondido ellos si les hubieran preguntado.
Incluso en zonas castellanoparlantes de Valencia como en la que yo vivo, cada vez tiene más padres quieren que sus hijos aprendan valenciano porque suma, porque entienden que es bueno para ellos en muchos sentidos, porque saben que tiene más sentido «el saber no ocupa lugar» de nuestras abuelas que ir por ahí haciendo alarde y virtud de la propia ignorancia. Mientras tanto, las «asociaciones de defensa del castellano» se están reduciendo más y más a pandillas de amargados vocingleros a los que cada vez se les hace menos caso.
Pero el imbécil de Mazón no ve esto como no vió venir el barro porque su contacto con la realidad del pueblo que gobierna es inexistente.
#19 La amenaza solía limitarse a un colegio; se hacía de forma más «artesanal», pero supongo que si hubiera cubierto los colegios de cinco pueblos sí, habría salido, y sí, los habrían desalojado.
#14 ¿Actuación preventiva tal vez? La Guardia Civil no puede permitirse jugar al juego de Pedro y el lobo.
A ver, que este protocolo de actuación tampoco es nuevo. Cuando yo era crío también se desalojaban los colegios aunque todo el mundo supiera que la amenaza de bomba era de algún cabrito que no había estudiado para el examen.
Una amiga de Barcelona todavía recuerda un sábado por la noche en el Bar Deportivo de mi pueblo durante las fiestas (en mi pueblo está el Deportivo que es un bar de viejos y el hogar del jubiliado, que paradójicamente tiene más público joven). Eramos ocho o diez en la mesa y la chica, como la habíamos invitado a cenar, cuando nadie miraba se levantó y se fue a la barra a pagar. El Fernando le sacó la cuenta en su libreta y le dio una cifra. No -dijo ella-, lo mío no, cóbrese lo de toda la mesa. El Fernando repasó la cuenta y le dijo: eso es lo de toda la mesa. Ella, casi con lágrimas en los ojos, pidió otra ronda para todos.