#1 Es parte de la estrategia de la ultraderecha global: mandíbula de cristal y puño de acero.
La mitad del tiempo se la pasan poniendo denuncias, suspendiendo obras de teatro, pidiendo a la bibliotecas que retiren libros y en general manifestándose contra cualquier cosa que no huela a rancio.
La otra mitad la invierten en llorar porque un grupo de manifestantes han ido a pitar a un fascista que ha ido a hacer campaña en un barrio obrero y porque hay alguien en Twitter que se queja de los chistes de mariquitas o gangosos que ha hecho algún tarado en el Hormiguero.
#6 Nada nuevo, fuerte con el débil, débil con el fuerte. Lo que pasa que la gente se ha vuelto más estúpida