Tanto yo, como imagino casi todo el mundo, tenemos el sueldo prácticamente congelado pero sin embargo los precios no paran de subir, ya sea por la inflación o por la "viveza" de algunos listos que piensan que el dinero es infinito.
La hostelería tiene que darle una vuelta a su modelo de negocio o si no, cervecitas en casa con los amigos.
Otro problema es la nula especialización del comercio local.
Si en la tienda te ofrecen confianza y asesoría, obviamente vas a ir ahí pero si te dicen "mira por ahí en la estantería a ver si está" pues mal vamos.
En general hay destinos que son un auténtico NO GO ZONE.