¿El sentido del ridículo de esta gente, por llamar de alguna forma a los políticos peperos, carece de límites, es decir, crece exponencialmente en cada ocasión?
#2 Ni tanto, según el artículo, por los años en los que esa mujer fue ejecutada, la pena de muerte se aplicaba, de media, una vez cada diez años y la proporción de reos de cadalso era abrumadoramente mayor de hombres que de mujeres.
El libro, atribuido a Aguirre que se cita en el artículo lo escribió élla sí por los cojones. Cuando el redactor cita referencias de esa libro muy bien redactadas y le pide que las explique, se hace un Ayuso, es decir, balbucea y se va por los cerros de Úbeda.
Hasta que los chinos creen la suya propia y la exporten, por mucho que grite el zampabollos norteamericano. No entiendo mucho de esas cosas de obleas y mercados, pero sí que la gente buscará la formula para que "bajen de precio".
#4 Yo también me tomo mis tiempos sin hacer absolutamente nada, quizá asomado a la azotea viendo pasar a la gente o manteniendo una charla distendida e insustancial con cualquier persona del barrio. Estrictamente quieto, no, quizá cuando leo, que es una parte notable del día a día.