#8 El tema es que los doctores, incluso cuando lo hace de buena fé, también se equivocan.
Hay que tener en cuenta que una predicción incluso a corto plazo en un entorno no controlado de que faltan variables pro conocer no son posibles obtienen un rango de incertidumbre enorme.
En el caso de Milei, Rallo o Lacalle tienen una tendencia tan clara y sesgada que directamente obvian los datos y los estudios que contradicen su ideología.
El precio de una mascarilla antes de la pandemia es completamente conocido. Las empresas que las fabrican saben perfectamente lo que les cuesta y antes de la pandemia ya las vendían con beneficios.
Cuando se reguló el precio de las mascarillas también estaba avanzando el desarrollo de vacunas, si no estaban ya poniéndose en algunos países. Y además algunas empresas habían invertido en anpliar la capacidad pero habia incertidumbre sobre cuánto han aumentado la capacidad y sobre la eficacia de las vacunas o sobre si fecha de aprobación y administración entre la ciudadanía. Así que eran previsiones son ningún sentido.
#7 Yo siempre insisto en que la economía no es una ciencia, con lo que al final tampoco influye tanto la línea de las investigaciones recientes, porque en muchos casos se guían por modas. Y sí, tanto Rallo como Lacalle tienen doctorados de verdad (aunque el segundo se ve que con una modalidad de tesis un tanto inédita en España y más propia de un TFM) y han hecho predicciones nivel bruja Lola como el 30% de paro después de los ERTE o la escasez de mascarillas cuando se regulase el precio. El tema es que en general le seguimos dando valor a las titulaciones de la gente, y nos impresiona algo más un texto de un doctor que un texto de un licenciado, por mucho que el segundo pueda tener mucho más interés que el primero. Y yo estoy bastante seguro de que he leído a gente presumir de que Milei era doctor en economía cuando les decían que sus propuestas eran un tanto absurdas e infantiles.