Laura (nombre ficticio) eligió una plaza MIR a 2.200 kilómetros de su casa. Se trasladó, tras mucho sopesarlo, a trabajar como médica de familia a Santiago de Compostela. No quería perder la oportunidad tras tantos años estudiando, pero la distancia se volvió insoportable con el paso de las semanas. Tenía dos hijos pequeños a los que apenas veía y finalmente abandonó. Si el sistema hubiese sido más flexible, habría podido incorporarse a alguna de las vacantes que quedaron, inesperadamente, en un hospital de Tenerife, su isla.
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Pd.- @dene , por favor, no sumes los trayectos, da igual si suman los 2.200 o no, es un chiste.
Leer incluso la entradilla está sobrevalorado...
Pues no se yo de donde era Laura, pero así a ojo, el punto más alejado de Santiago, que podría ser la esquina mas baja de El Hierro, está a menos de 1900km... salvo Canarias, el resto del territorio está a menos de 1000km..
Va a ser que además del nombre de Laura, hay mucho más ficticio en el artículo?
No he podido leer el artículo. Pero me parece absurdo que se den situaciones así y luego se quejen de la falta de médicos de familia.
Por qué no iba a incluir más?