El proceso judicial por la muerte de Lucca, el niño de cuatro años cuyo cuerpo fue hallado en la localidad de Garrucha, ha dado un giro significativo tras la presentación de la estrategia de la defensa. Los letrados del investigado, J. D. R. C., han remitido al juzgado una tesis que descarta por completo la intención criminal, situando el origen del trágico desenlace en una serie de prácticas domésticas erróneas y creencias supersticiosas. Según el escrito de la defensa, el fallecimiento del menor no debe ser considerado un crimen doloso.