Kiplimo es uno de los mejores fondistas del momento y ese día, en la Mitja Marató de Barcelona, que es propiedad del Ayuntamiento y que organiza RPM, hubiera batido el récord del mundo de cualquier forma. Kiplimo, como Kejelcha, también se quedó solo demasiado pronto pero el ugandés, en realidad, sí que pudo seguir a una liebre… con motor. El problema vino porque aquella gesta tuvo algo de trampa. El ugandés llevó casi toda la carrera un coche por delante con el cronómetro encima que le marcaba el ritmo con la fiabilidad de la mejor liebre