En 1994, los motores WARP de curvatura fueron concebidos de la mano del físico mexicano Miguel Alcubierre, quien exploró los rincones desconocidos de la Relatividad General para hallar un camino capaz de transportarnos hacia la nueva era de la exploración espacial.
Escondida entre las matemáticas, una solución a las ecuaciones de Einstein describía una curvatura del espacio-tiempo con unas características únicas. Una burbuja que permitiría a una nave, descansando en su centro, viajar más deprisa que la luz.
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Yo esto de retorcer las matemáticas no termino de verlo, pero bueno, si los cálculos les dan.... no voy a quitarle la razón a un astrofísico