«No basta con que las condiciones de trabajo cristalicen en uno de los polos como capital y en el polo contrario como hombres que no tienen nada que vender más que su fuerza de trabajo. Ni basta tampoco con obligar a éstos a venderse voluntariamente. En el transcurso de la producción capitalista, se va formando una clase obrera que, a fuerza de educación, de tradición, de costumbre, se somete a las exigencias de este régimen de producción como a las más lógicas leyes naturales. La organización del proceso capitalista de producción ya desarrollado vence todas las resistencias; la creación constante de una superpoblación relativa mantiene la ley de la oferta y la demanda de trabajo y, por ello, el salario a tono con las necesidades de crecimiento del capital, y la presión sorda de las condiciones económicas sella el poder de mando del capitalista sobre el obrero. Todavía se emplea, de vez en cuando, la violencia directa, extraeconómica; pero sólo en casos excepcionales. Dentro de la marcha natural de las cosas, ya puede dejarse al obrero a merced de las «leyes naturales de la producción», es decir, puesto en dependencia del capital, dependencia que las propias condiciones de producción engendran, garantizan y perpetúan».
(Karl Marx; El capital, Tomo I, 1867)
Comentarios
¡Hostias! ¿Quién ha escrito eso? Que bien describe lo que está ocurriendo. Genial.
¡Ah! Es un comunista. Puede que tenga razón pero...el comunismo ha asesinado a millones de personas.
Yo no quiero vivir en una dictadura que me digan donde y que tengo que estudiar, donde tengo que trabajar, en que piso tengo que vivir, a que colegio tengo que llevar a mis hijos, a que centro sanitario debo acudir, donde puedo ir de vacaciones, me obliguen a jubilarme. Y lo peor de todo que tenga que pagar impuestos.