Un buen pote recién hecho degustado al calor del fuego, un "botelo" esperado durante meses, y unos dulces de postre fueron la excusa perfecta para reunir a toda la familia en torno a la mesa en el año 2000. Tres platos cargados de tradición gastronómica en este rincón de las montañas asturianas, rico en costumbres, que es Grandas de Salime.
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etiquetas: asturias , eugenio monesma , pote , matanza , huerto , mantecada , botelo , dulces
@Eirene
Es fea ,la gente borde ,y se come fatal,
Hay sitios mejores para visitar ,iros a esos.